NO ES CUESTIÓN DE CULPABLES
Hace unas semanas, desde el palacio
nacional, el presidente Danilo Medina hizo declaraciones a la prensa sobre un
tema que lastimosamente va en auge en nuestra sociedad: la delincuencia. Y el
asunto aquí no es que se haya pronunciado al respecto, sino bajo qué argumentos
lo hizo.
El presidente se refirió básicamente a que es una lucha constante y cara a cara
la que tiene contra el crimen organizado. Dijo algo que es probable no le caiga
bien a todo el mundo, que "Mucha gente de cuello blanco está metida en el
crimen organizado" y que el narcotráfico ha penetrado muchas áreas del
país, incluyendo al ejército y la policía. Lo que más repercusión tuvo fue que
también achacó el problema a los deportados. Según él sostiene, no paran de
enviar al país personas que han estado presas.
El primer problema de esta declaración es la generalización, ya que es más que
obvio que no todos los deportados han sido condenados por la justicia. El
segundo es que la respuesta no representa para nosotros como sociedad una
solución, que se supone debería proporcionarnos el gobierno. Y no, las personas
deportadas no son responsables de la ola de criminalidad. Representan apenas el
4% de la población carcelaria. Más allá de sumar al combate del problema, estas
declaraciones nos alejan de la solución y fomentan la discriminación y el
prejuicio.
Si en realidad el gobierno tiene pleito casado con la delincuencia, no lo
debemos notar sólo por lo que diga el presidente, sino con hechos, en la calle,
cuando al fin podamos salir sin temor a que nos despojan de nuestras
pertenencias, salir sin temor a caminar de noche y peor aún, salir sin temor a
no regresar.
El expresidente Fernández también se expresó al respecto y dice que el
narcotráfico se ha expandido preocupantemente en la sociedad. Que es la causa
mayor de criminalidad en el país y que su incremento se debe no a los
deportados como dice Medina, sino al cambio de las operaciones de los
narcotraficantes.
Es seguro que a raíz de estas dos declaraciones surgieron muchas posiciones y
debates que lógicamente responderán a intereses personales, políticos e incluso
económicos, pero no debemos de olvidar que lo que necesita el país son
soluciones. Causas hay muchas, culpables muchos más; el gobierno y la sociedad
en general, deben aunar esfuerzos para erradicarla o nos llevara por delante. Y
para nuestros gobernantes: Ya no más discursos y ruedas de prensa. El pueblo
quiere hechos, respuestas, cambios, pero sobre todo justicia.
Por: Yasmel Corporán
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