Bajo la misma estrella, de John Green

La literatura juvenil está cambiando. Se está volviendo más madura, más profunda y
más completa. Todo esto se demuestra en “Bajo la misma estrella” de John Green,
una novela escrita con tanto mimo y cariño que a pesar de su brevedad y su ligereza,
condensa todo lo anterior con un cuidado exquisito. Nada pasa por azar, cada palabra
y cada frase tiene un sentido, y eso hace este libro único.
Lo primero que se piensa antes de leer este libro es que va tratar sobre cáncer. Error.
Este no es un libro sobre cáncer. Es un libro sobre la vida, y todo lo que la vida
conlleva. Inevitablemente, siempre la vida lleva a la muerte, en este caso a través del
cáncer. Pero por el camino hay más cosas. Hay amor, sufrimiento, sueños, realidad,
esperanza y desilusiones. De esto trata “Bajo la misma estrella”.
La protagonista que nos narra su vida es Hazel. Ya conoce el sufrimiento y la
esperanza, y tiene un sueño. Su sufrimiento es consecuencia del cáncer que la ha
llevado a no poder respirar por sí misma y depender de una bombona de oxígeno, y
que también afecta a sus padres. Una vez presentada Hazel y su vida conocemos a
Gus, un grandísimo personaje que se hace querer por su manera de afrontar la vida.
Su alegría y sentido del humor suponen un alivio para los lectores en ciertos
momentos. Me encanta la química que hay entre Hazel y él, hacen una pareja
realmente estupenda, pues aunque difieren en algunos aspectos en su personalidad
se complementan muy bien y su relación es auténtica.
“Bajo la misma estrella”, termina dejándonos con el corazón roto, pero con una nueva
visión de la vida, haciéndonos apreciar las cosas importantes. Un drama que está
presente en cada página de esta novela pero que se trata desde un punto de vista
positivo, combatiéndolo con dosis de humor y coraje, sin olvidar en ningún momento la
realidad, pero a pesar de ello con un deje optimista. Si las cosas no salen como
esperabas, no hay que culpar al universo y quejarse. Eso no va a cambiar. Levanta la
cabeza, piensa en nuevas posibilidades e inventa otra manera de actuar.
“Llegará un momento en que todos estaremos muertos. Todos nosotros. Llegará un
momento en que no habrá seres humanos que quedan para recordar a alguien que
alguna vez existió o que nuestra especie nunca hizo nada. No habrá nadie a quien
recordar… ni Aristóteles o Cleopatra, y mucho menos a ti... todo lo que hicimos y
construimos, escribimos, pensamos y descubrimos será olvidado y todo esto habrá
sido en vano. Quizá ese momento es muy pronto y tal vez hay millones de años de
distancia, pero incluso si sobrevivimos al colapso de nuestro sol, no vamos a sobrevivir
para siempre... (Hazel Gracia Lancaster)
Incluso con su mundo a punto de colapsar, no vivieron tristes ni se consideraban
infelices, ¿no? Muy por el contrario, ellos dieron valor a cada momento, cada sonrisa,
cada conversación. No necesitamos fuegos artificiales para inmortalizar cada segundo
de nuestras vidas. Solo tenemos que saber abrir nuestro corazón.
Nunca se sabe lo de mañana. Así que siempre recuerda que decir a amigos, novio o
familiar, cuan especiales son para usted. Esto se tiene que hacer ahora, no después.

Shaddai Eves

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