El poder de la palabra en el ser humano

Hay poderes que caducan o son derrumbados, como el poder de un mandatario político, policial o del estado,  pero contamos con un poder tan fuerte que se puede considerar como invencible, como el que posee la palabra, aquel que  a pesar de crisis o tristeza, sirve como aliento.

A través de la palabra se han provocado guerras, pero también se han evitado. Han caído gobiernos y se han proclamado nuevos, se produjeron crímenes, pero se salvaron vidas.

Entendemos el arte y la forma de hablar del ser humano como el arma de doble filo que te puede matar o hacer vivir. En numerosas ocasiones se oye el célebre dicho de que “una imagen vale más que mil palabras”. Sin embargo, una palabra puede contener en sí misma un poder enorme y, acompañada de más palabras puede llegar a ser, incluso, demoledora. La fuerza de las palabras es tal que no son necesarias demasiadas para causar una profunda alegría o una honda tristeza. Muchas veces basta una frase que valide una emoción que sentimos o un párrafo corto que ataque nuestro punto más débil.

Sin embargo donde nos encontramos ``el arma palabra``, es usado también para engañar, mentir y prometer cosas que no sucederán y nosotros como ciudadanos continuamos creyendo ese arte de hablar, ya que como cita Francisco de Quevedo, ``Las palabras son como monedas, que una vale por muchas, como muchas no valen por una``.

Por lo que consideramos que la responsabilidad con la que ejercemos o disfrutemos del poder de hablar, es nuestro. Utilizarla para crear construir, compartir, acariciar o abrazar en vez de, para agredir, atacar o destruir, en el fondo, es nuestra decisión. Tanto practicarlo como censurarlo.

Eliana Morsello
2017-1165

Comentarios

Entradas populares