EL PODER DE LA PALABRA

Es impresionante cómo simples palabras pueden convertirse en nuestros peores miedos, en los monstruos que nos asechan al apagar la luz. El poder de la palabra depende de la fuerza y la fe con la que la alimentamos. Hay un refrán que dice “la mente es poderosa”, y es totalmente cierto. Simple: ‘Ley de atracción’.

Está demostrado que nuestras palabras están estrechamente relacionadas con nuestra actitud, y esta a su vez con nuestras creencias. De la abundancia del corazón habla la boca.
Algo que también he contemplado es el hecho de que quizás, sólo quizás, no somos lo suficientemente claros con nuestros mensajes. Los demás no saben qué cosas nos pueden herir, qué palabras nos hunden en la más grande tristeza que un ser humano puede experimentar.

Frases como: “Estás más gordita”, “no te ves como antes”... No siempre son dichas con malas intenciones, pero eso no evita que se forme la ‘bomba molotov’ en tu interior, desatando la bestia que intentas esconder.
Una palabra irresponsable: puede encender discordias y fuegos difíciles de apagar…como cuando te enojas con tu amigo y dices algo que en realidad no sientes pero que al decirlo no pensaste. Una palabra cruel: puede arruinar y derribar todo lo que se había edificado en una vida…tienes una discusión con tu madre y una sola palabra puede lacerar toda una vida de entrega y profundo afecto. Una palabra de resentimiento: puede matar a un apersona, como si le claváramos un cuchillo en el corazón...Una palabra brutal: puede herir y hasta destruir la autoestima y la dignidad de una persona…Una palabra amable: puede suavizar las cosas y modificar la actitud de otros…Una palabra alegre: puede cambiar totalmente la fragancia y los colores de nuestro día…a veces alguien a tenido un mal dia y basta un palabra amable para olvidar todo eso. Una palabra oportuna: puede aliviar la carga y traer luz a nuestra vida… Una palabra de amor: puede sanar el corazón herido. Pero el cuerpo también. Imagina a un familiar con cáncer, esa persona solo quiere una palabra de aliento y eso para el o ella es el mejor de los regalos y de las medicinas. Porque las palabras tienen vida. 

 Préstale atención a las palabras que entran y salen. Pueden ser un veneno o una dosis de luz. Las palabras tienen el poder que nosotros le atribuyamos. Lo correcto es utilizarlas sabiamente, porque con ellas podemos hacer de este mundo un lugar mejor en donde vivir y  alegrar la existencia de la gente que nos rodea y por supuesto, de nuestros seres queridos con palabras que los hagan sentirse especiales y les demuestren que realmente nos importan.
“Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una.” Cada palabra destruye o edifica, hiere o cura, maldice o bendice. Así que intenta constantemente que tus palabras construyan amor.
Las Palabras son flores. Recuerda siempre que hay cosas en la vida que no se pueden deshacer, el tiempo transcurrido no regresa y cada acto de nuestra vida se queda en nuestro camino, por esta razón, debemos llenar nuestro sendero de flores y si bien nos toca dejar algunas piedras, procura que no hayan causado daño a alguien más. Cuida tus palabras. Si no edifica, no lo digas. La palabra tiene poder.


 Por: Yasmel Corporán 

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