EL PODER DE LAS PALABRAS
Las
palabras nos pueden elevar al cielo o enviarnos al mismísimo infierno; así de
vigorosas son. Las palabras que usamos y escuchamos moldean la mente para
convertirse luego en pensamientos y acciones. Préstales atención, porque el
significado y la intención que exista detrás de ellas marcará tu experiencia de
vida.
Las
palabras no se las lleva el viento las palabras dejan huellas tiene poder e
influyen positivamente y negativamente, la palabra tiene el poder de curar o
hacer herir a una persona por eso mismo los griegos decían que la palabra era
una divina y los filósofos elogiaban el silencio, cuida tus pensamientos porque
ellos se convierten en palabras y cuida tus palabras porque ellas marcan tu
destino.
De las
palabras depende muchas veces la felicidad, la desgracia, la paz o la guerra.
Las palabras tienen mucha fuerza, con ellas podemos destruir lo que hemos
tardado tanto tiempo construir.
Una cometa
se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán
recoger una vez que han salido de nuestra boca. Cuántas veces una palabra fuera
de lugar es capaz de arruinar algo por lo que hemos luchado, cuantas veces una
palabra de aliento tiene el poder de regenerarnos y darnos paz. Las palabras
son la manifestación de nuestro mundo interior al cuidar de nuestro lenguaje
purificamos nuestro mundo interior.
Muchas
enfermedades son únicamente el producto de nuestros pensamientos
desequilibrados. La violencia, las mentiras, el resentimiento y tantas otras,
hay que cultivar cualidades de amor, verdad y gratitud, creando un solido mundo
interior en donde la bondad y la verdad brillen; para luego extender este mundo
interior a las personas de nuestro alrededor.
Una palabra
amable puede suavizar las cosas, una palabra alegre puede iluminar el día, una
palabra oportuna puede aliviar la carga, una palabra con amor puede curar y dar
felicidad, pero una palaba irresponsable puede encender discordias, una palabra
cruel puede arruinar una vida, una palabra de resentimiento puede causar odio,
una palabra brutal puede herir o matar.
Si todas
nuestras palabras son amables los ecos que escucharemos también lo serán, todo
depende de ti, elegir que palabras poner a tus estados emocionales. Cuida tus
palabras porque ellas tienen poder.
POR: MARÍA PALOMINO
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