La palabra
Cuando estas se saben emplear y se saben utilizar pueden hacer que el espíritu mas sombrío se conmueva o, al contrario, que el alma mas pura pierda todo su brillo. Es que las palabras erizan la piel de cualquiera y marcan para siempre la vida del hombre.
Es penoso ver como en la actualidad cualquiera anda diciendo lo que sea por el mundo sin pensar por un momento lo que provoca con lo que exterioriza. Es tan común ver por ejemplo en los medios de comunicación hombre y mujeres sin preparación y sin tacto, diciendo lo primero que le viene a la cabeza y causando revuelo en la sociedad.
Pero al menos en esa parte un poco de la culpa la tiene el publico por s conformismo y poca exigencia, que acepta el contenido de mala calidad que se vende por el simple hecho de que esas personas sean “famosas”.
Por otra parte, quien no ha recibido un comentario que ha marcado en lo mas profundo de nuestro ser porque nos ha dado en el orgullo o en una parte vulnerable de nuestra esencia. Y es que la palabra es tan poderosa que con una simple frase alguien perpetua en tu mente algo que te acompaña por siempre.
Pero no todo el mundo usa esta poderosa arma para ser cruel, no todo el mundo anda por la vida hiriendo los sentimientos de la gente con solo abrir la boca; también esta la gente noble que con una palabra nos alegra el día.
Es de gente honrada andar por la vida contribuyendo con la buena autoestima de los demás, pensando dos veces antes de pronunciar una palabra en detrimento de otra persona, guardándose opiniones momentáneas que solo lograrían herir a quienes le rodean.
A eso debemos apelar a diario, a ser humanos con principios, con conciencia y con tacto para con los demás. Si lo que vamos a decir no es de bien, no aporta bondad y no es una critica constructiva, mejor aprendamos a callar porque no sabemos a quien podemos marcar de por vida con nuestras palabras.
Evelyn Roa
2015-1906
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