Las “chichiguas” de los apagones




“Los apagones se deben a que las chichiguas se enredan en los alambres causando cortocircuitos”, dijo alguna vez Julio Sauri, quien fuera Director General de la, en ese entonces, Corporación Dominicana de Electricidad (CDE).

Desde que tengo conocimiento, la República Dominicana ha sufrido una eterna crisis energética que abarca desde la constante interrupción del servicio, hasta el robo de electricidad a través de conexiones ilícitas, así como también altos gastos por parte de los consumidores, quienes además deben costearse una electricidad alternativa autogenerada que resulta muy costosa.

La declaración con la que inicio este escrito data de la época históricamente conocida como los doce años de Balaguer. Este argumento fue emitido por don Julio Sauri a modo de justificación a la incesante tanda de apagones y cortes del suministro eléctrico que se estaba presentando en la época. Sería muy lastimoso que a los niños y jóvenes de aquellos tiempos les prohibieran volar “chichiguas” como consecuencia de tal falacia, porque me consta que a ese nivel puede llegar la ignorancia.

En contraste, me parece curioso que, ahora nos encontramos en el año 2019, con el licenciado Danilo Medina a la cabeza del gobierno y se presenta la misma situación de toda la vida, a diferencia de que en la actual era moderna y de los avances tecnológicos, nuestro país posee una Central Termoeléctrica llamada Punta Catalina que según Medina: “será el entierro definitivo de los apagones en nuestro país y será la posibilidad de tener un precio razonable para todos los ciudadanos de la energía eléctrica”. Esta última declaración citada, fue realizada en el año 2017, cuando se preveía que a finales del 2018 sería la puesta en funcionamiento de dicha planta.

Me parece que las únicas “chichiguas” que que se enredan entre la maraña de cables eléctricos de nuestro país son las elevadas tarifas minoristas para cubrir estas ineficiencias, y la significativa carga fiscal que posee el gobierno a través de subsidios directos e indirectos, que surcan entre los cielos de la corrupción.

La primera unidad de la central termoeléctrica Punta Catalina empezó, recientemente, a generar 36 megavatios durante la fase de sincronización con el sistema eléctrico nacional. Y no sé porqué, pero presiento que quizás esta no sea la solución definitiva. No obstante, la esperanza es lo último que se pierde.

Concluyo con una frase que Abraham Lincoln, alguna vez dijera: “puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.


Por: Yadimir Crespo 

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