No más “FAKE NEWS”
“Un gran desafío que enfrentan los medios de comunicación hoy en día es contrarrestar
los contenidos distorsionados, manipulados y falsos que se colocan en las redes
sociales, que los lectores muchas veces desapegados de las instituciones están
dispuestos no solo a creer sino a repetirlos como verdades. Hay que luchar ante esta
realidad y con sentido ético”. (Persio Maldonado, Director del Periódico el Nuevo
Diario)
Sin duda alguna, la era digital nos trae grandes cosas. La tecnología nos absorbe y nos
está llevando a estar más tiempo del necesario conectado por medios virtuales. Está más
que demostrado que hay cierto tipo de público que ya no consume periódicos impresos,
sin embargo, de igual forma si les interesa mantenerse informados, y es ahí una de las
razones por las que los periódicos tradicionales para contrarrestar la situación han
incursionado en las plataformas digitales.
El concepto de fake new no es nuevo, lo que es nuevo es el fenómeno. Las fake news
están de moda, pero no son una moda, sino que han existido desde siempre. Igual que la
mentira, que existe desde que tenemos uso de la palabra. Lo que ha cambiado es que
antes las mentiras quedaban reducidas a un círculo de amigos o de vecinos y, en
cambio, ahora con las redes sociales su difusión es masiva, es mundial y a una
velocidad sin precedentes.
Los diarios tradicionales están sufriendo un cambio de paradigma desde hace años.
Antes eran los principales difusores de noticias y de opiniones, papel que ahora recae
sobre las redes sociales. Hoy todos somos medios de comunicación. Cualquiera puede
abrirse una cuenta de Facebook, Instagram, Twitter o Whatsapp e inmediatamente
ponerse a crear y difundir la información que le dé la gana. Todo el contenido
informativo ya no está en los medios de comunicación, sino que está en Internet de una
forma mucho más repartida.
Las noticias falsas, al presentar hechos falsos como si fueran reales, son consideradas
una amenaza a la credibilidad de los medios serios y los periodistas profesionales. Está
más que claro… Debemos de llevar a cabo actuaciones institucionales y colectivas para
combatir la incidencia de desinformación de la mano de la educación como principal
tratamiento ante este mal que nos arropa.
Shaddai Eves
“Un gran desafío que enfrentan los medios de comunicación hoy en día es contrarrestar
los contenidos distorsionados, manipulados y falsos que se colocan en las redes
sociales, que los lectores muchas veces desapegados de las instituciones están
dispuestos no solo a creer sino a repetirlos como verdades. Hay que luchar ante esta
realidad y con sentido ético”. (Persio Maldonado, Director del Periódico el Nuevo
Diario)
Sin duda alguna, la era digital nos trae grandes cosas. La tecnología nos absorbe y nos
está llevando a estar más tiempo del necesario conectado por medios virtuales. Está más
que demostrado que hay cierto tipo de público que ya no consume periódicos impresos,
sin embargo, de igual forma si les interesa mantenerse informados, y es ahí una de las
razones por las que los periódicos tradicionales para contrarrestar la situación han
incursionado en las plataformas digitales.
El concepto de fake new no es nuevo, lo que es nuevo es el fenómeno. Las fake news
están de moda, pero no son una moda, sino que han existido desde siempre. Igual que la
mentira, que existe desde que tenemos uso de la palabra. Lo que ha cambiado es que
antes las mentiras quedaban reducidas a un círculo de amigos o de vecinos y, en
cambio, ahora con las redes sociales su difusión es masiva, es mundial y a una
velocidad sin precedentes.
Los diarios tradicionales están sufriendo un cambio de paradigma desde hace años.
Antes eran los principales difusores de noticias y de opiniones, papel que ahora recae
sobre las redes sociales. Hoy todos somos medios de comunicación. Cualquiera puede
abrirse una cuenta de Facebook, Instagram, Twitter o Whatsapp e inmediatamente
ponerse a crear y difundir la información que le dé la gana. Todo el contenido
informativo ya no está en los medios de comunicación, sino que está en Internet de una
forma mucho más repartida.
Las noticias falsas, al presentar hechos falsos como si fueran reales, son consideradas
una amenaza a la credibilidad de los medios serios y los periodistas profesionales. Está
más que claro… Debemos de llevar a cabo actuaciones institucionales y colectivas para
combatir la incidencia de desinformación de la mano de la educación como principal
tratamiento ante este mal que nos arropa.
Shaddai Eves
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