PERIODISMO Y LITERATURA: MEMORIA DE LOS PUEBLOS
¿Qué
tienen en común Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Ernest Hemingway?
Además de ser magníficos referentes de la literatura universal, también
comparten la pasión por el periodismo. Lo que nos lleva a plantearnos que
relación y diferencias guardan estas dos variables culturales.
Periodismo
y literatura son dos formas de comunicar que presentan unas diferencias
importantes:
Mientras
que el literato puede dedicar todo el tiempo que necesite (un mes, un año, dos
años) para escribir una novela, el periodista tiene que realizar su trabajo en
un plazo breve y definitivo. El escritor se dirige a un público universal, pero
el periodista escribe para el lector de un periódico, que suele estar definido
y además suele ser muy fiel.
El
mensaje literario no tiene límites de espacio y tiempo. El texto que elabora el
periodista está sometido por la actualidad espacio-temporal. Generalmente,
literatura e información satisfacen necesidades distintas: el lector de prensa
lee para recibir información sobre acontecimientos cotidianos que pueden
afectarle inmediatamente, mientras que el lector de literatura puede buscar un
satisfacción lúdica o una expansión más especializada de su conocimiento. El
escritor literario puede experimentar libremente con el lenguaje, puede dar
prioridad a la forma sobre la función. El periodista debe ceñirse y dar
prioridad a la función en el uso del lenguaje.
En
cuanto a sus relaciones Distantes y distintas, los mundos de la literatura y el
periodismo, a pesar de sus diferencias, mantienen
profundas simpatías. Tanto
para quienes suelen navegar por las aguas de la ficción como para los que
acostumbran desafiar las corrientes del diario acontecer, la escritura es el
instrumento que les permite decir, existir, ser. Ambos están íntimamente
ligados al lenguaje, a su dominio, a su posibilidad de expresión. Su oficio
está encaminado a descubrir historias y desentrañar destinos individuales y
colectivos. Ambos perciben y enjuician la realidad a través de su obra, porque
desean contribuir al mejor conocimiento del mundo. Lo que desean igualmente,
periodistas y escritores: Es “ser testigos de su tiempo, testigos de su vida,
es ser, ante todo, sus propios testigos. Queriendo escribir lo que se intenta
se hace una purificación”, afirma Jean Paul Sartre.
Por: Yasmel Corporán
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