Una canción, una reflexión - El aguante, Calle 13


Nacimos para aguantar lo que el cuerpo sostiene
aguantamos lo que vino y aguantamos lo que viene.
Aguantamos aunque tengamos los segundos contados,
nuestro cuerpo aguanta hasta quince minutos ahorcado.
Aguantamos latigazos, que nos corten los dos brazos,
fracturas en cualquier hueso, tres semanas con un yeso.

Aguantamos todo el tiempo las ganas de ir al baño
pa' ver el Cometa Halley hay que aguantar setenta años.
Aguantamos la escuela, la facultad, el instituto;
a la hora de cenar, nos aguantamos los eructos.
El pueblo de Burundi sigue aguantando la hambruna,
aguantamos tres días para llegar a la Luna
aguantamos el frío del Ártico, el calor del Trópico
aguantamos con anticuerpos los virus microscópicos
aguantamos las tormentas, los huracanes, el mal clima
aguantamos Nagasaky, aguantamos Hiroshima...
aunque no queramos, aguantamos nuevas leyes
aguantamos hoy por hoy que todavía existan reyes
castigamos al humilde y aguantamos al cruel
aguantamos ser esclavos por nuestro color de piel
aguantamos el capitalismo, el comunismo, el socialismo, el feudalismo
aguantamos hasta el pendejismo
aguantamos al culpable cuando se hace el inocente
aguantamos cada año a nuestro pu* presidente

En la actualidad vivimos muchos  problemas sociales, políticos y culturales, que tienen al mundo envuelto en la aceptación y el pesimismo sobre la resolución de los mismos. El grupo boricua Calle 13, es conocido por su constante defensa al pueblo y por su lucha por la justicia.
En su canción “El aguante” buscan de una manera “cínica” quejarse en contra de las injusticias sociales. La canción representa una burla al sistema, a todas las cosas que como sociedad debemos tolerar.
Ciencia, anatomía, hambruna, guerras, represión social, racismo, fenómenos naturales, modelos económicos; así como el orden político-social, los bombardeos atómicos, el abuso de poder, las dictaduras y las ejecuciones son los temas que, con humor, Calle 13 retoma en esta canción.
Es necesario denunciar, es necesario gritar las injusticias del mundo que vemos. Es la única manera en la que se puede iniciar el cambio. No basta con solo quejarnos de lo malo que pasa. No es humano ignorar el mal de otro, que a fin de cuentas, es también nuestro mal.
Reconozcamos cuando es prudente denunciar, hablemos con base y respeto. Pero nunca nos quedemos callados ante una situación que podemos mejorar.




POR: ARLETH CISNERO

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